Línea de laboratorio
¿Cómo puedo saber si mi agua necesita tratamiento?

Saber si el agua necesita tratamiento es fundamental para proteger la salud y garantizar el buen funcionamiento de equipos y tuberías.
Para empezar, el primer paso es realizar un análisis de agua completo. Llevar una muestra a un laboratorio acreditado te permitirá conocer parámetros esenciales como el pH, la turbidez y la presencia de contaminantes químico‑físicos y microbiológicos. Un pH fuera del rango 6,5 – 8,5 puede indicar riesgo de corrosión o incrustaciones; una turbidez mayor a 1 NTU sugiere sólidos suspendidos que reducen la eficacia de la desinfección; y la detección de coliformes totales revela contaminación bacteriana.
Además del pH y la turbidez, conviene chequear la concentración de cloro residual, especialmente si tu agua es de red pública y ya pasa por una planta de tratamiento. Un bajo cloro residual (< 0,2 mg/L) puede indicar que no hay suficiente protección contra bacterias durante la distribución. Asimismo, mide metales pesados como plomo, arsénico o mercurio mediante un ensayo de metales pesados, sobre todo si tienes tuberías antiguas o estás cerca de fuentes industriales.
Si notas problemas estéticos —olor a cloro, sabor metálico o color amarillento—, podrían ser signos de contaminación química o de materia orgánica en descomposición. Para estos casos, se recomienda un test de compuestos orgánicos volátiles (COV) y ensayo de pesticidas, especialmente en zonas agrícolas. El olor a huevos podridos sugiere sulfuro de hidrógeno, que puede requerir un tratamiento con oxidación avanzada (ozono, UV/H₂O₂).
En residencias con pozo propio o cisterna, es vital evaluar la calidad del agua de pozo cada seis meses. Aquí, además de los parámetros anteriores, revisa concentración de nitratos y nitritos, indicadores de filtración de aguas residuales o fertilizantes. Un nivel de nitratos superior a 50 mg/L (norma OMS) es motivo suficiente para instalar un sistema de filtración por ósmosis inversa o intercambio iónico.
Otro indicador práctico es el test casero de dureza. Aunque la dureza no siempre afecta a la salud, una dureza elevada (> 120 mg CaCO₃/L) puede provocar incrustaciones y reducir la vida útil de calentadores y electrodomésticos. Para esto, un kit de test de dureza te orienta sobre la necesidad de un descalcificador.
Finalmente, presta atención a síntomas de salud en tu hogar: irritación cutánea, diarreas o molestias gastrointestinales pueden relacionarse con mala calidad del agua. En estos casos, un sistema de desinfección UV de punto de uso o un filtro de carbón activado puede ofrecer una barrera adicional.
En resumen, para saber si tu agua necesita tratamiento debes:
-
Realizar un análisis de agua en laboratorio (pH, turbidez, metales, coliformes).
-
Medir cloro residual y compuestos orgánicos (COV, pesticidas).
-
Hacer test de dureza y nitratos en agua de pozo.
-
Observar sabores, olores o problemas de salud.
Con estos datos, podrás decidir entre tecnologías como ósmosis inversa, filtros de carbón activado, oxidación avanzada o desinfección UV, garantizando agua segura y de calidad para tu hogar.
14 de Mayo, 2025