¿Por qué la Medición de Agua es Crucial en Cada Etapa del Tratamiento?

En el tratamiento de agua, ya sea potable o industrial, medir es tan importante como tratar. La medición de agua en cada etapa del proceso no solo garantiza la eficiencia operativa, sino también el cumplimiento de normativas ambientales y de salud, la optimización de recursos y la prevención de fallas en los sistemas.

¿Qué se mide en el tratamiento de agua?

La medición del agua abarca una variedad de parámetros físicos, químicos y microbiológicos. Algunos de los más comunes incluyen:

• Caudal (flow rate): mide el volumen de agua que circula por unidad de tiempo. Es esencial para calcular dosificaciones de químicos, tiempos de retención y capacidad de las plantas.
• pH: un pH fuera de rango puede afectar la efectividad de la desinfección y la vida útil de los equipos.
• Conductividad eléctrica: indica la presencia de sales disueltas.
• Turbidez: mide la claridad del agua y se relaciona con la cantidad de partículas suspendidas.
• Oxígeno disuelto y ORP: fundamentales para controlar procesos biológicos y oxidativos.
• TDS (Sólidos Totales Disueltos): reflejan la concentración de minerales y sales.
• Cloro residual, nitratos, fosfatos, metales pesados: específicos según la etapa y el uso del agua.

¿Por qué es tan importante medir?

1. Control de calidad: La medición asegura que el agua tratada cumpla con los estándares nacionales e internacionales (como la NOM-127 o la EPA).
2. Optimización del proceso: Permite ajustar en tiempo real la dosificación de productos químicos o activar etapas de retrolavado, filtración o desinfección.
3. Detección de fallas: Un cambio súbito en los parámetros puede alertar sobre contaminaciones, fugas o desgaste de medios filtrantes.
4. Ahorro energético y económico: Monitorear el sistema evita el sobretratamiento o el desperdicio de insumos.

Tecnología para la medición

Hoy en día existen sensores digitales, medidores ultrasónicos, sistemas SCADA e IoT que permiten una supervisión remota y en tiempo real, facilitando la toma de decisiones basada en datos.

Conclusión

La medición de agua no es opcional, es esencial. Incorporar herramientas precisas en cada fase del tratamiento asegura eficiencia, sostenibilidad y cumplimiento regulatorio. Porque lo que no se mide, no se puede mejorar.